Podemos considerar a
“metaevaluación” como “el después de la evaluación”, o bien como una
“evaluación de la evaluación”, en ambos casos es posible tomar diversos
planos de análisis, en este caso de la evaluación de Instituciones Educativas
¿Por qué se llevó a cabo? ¿Cómo se justifican los resultados? ¿Cómo se
presentan y valoran?
No basta interrogarse sobre la calidad de los datos que se
recogen en el informe o sobre el rigor de los métodos que se han aplicado para
extraer información, sino que es preciso preguntarse por la naturaleza de la
iniciativa, por la finalidad del proceso, por las reglas éticas que lo han
inspirado, por la utilización que se ha hecho de la información, por el control
democrático de los informes, por las secuelas que la evaluación ha dejado.
Plantearé seis contextos básicos de exploración que permiten analizar ideas en
el marco concreto y temporal de su desarrollo. Aunque todos están
interconectados, seguiré su cronología evolutiva.
1) Contexto de
constitución
Estudia los mecanismos de generación de la evaluación, de
surgimiento y negociación de todo el proceso. La historia de la génesis es muy
interesante porque en ella pueden encontrarse los embriones de posteriores
situaciones y actitudes. No es lo mismo una iniciativa surgida de la jerarquía
e impuesta, que otra que parte de los protagonistas. No es lo mismo una
iniciativa que procede de los directivos de una institución, que otra que parte
de los integrantes de la
comunidad. En ese contexto cabe incluir todo el proceso de
negociación. Con quién se hace, qué contenidos aborda, qué problemática surge y
cómo se trata.
En la negociación inicial está el mapa genético de la evaluación. Hay
que diferenciar negociaciones meramente formales, de otras que llegan hasta el
fondo de las cuestiones. Hay que saber si se ha negociado lo insustancial
dejando lo fundamental como incuestionable.
Cuestiones
¿Quién y por qué ha tomado la iniciativa de hacer la
evaluación? ¿Qué intereses (explícitos o implícitos) determinan la puesta en
marcha de la evaluación? ¿Con quién se ha negociado la evaluación? ¿Ha sido una
negociación real o meramente protocolaria y formal? ¿Ha estado la evaluación
planteada como un mecanismo de poder o de control?
2) Contexto de
justificación
Analiza los métodos elegidos para la obtención de los datos,
su aplicación, la información a que han dado lugar y el tratamiento que se ha
hecho de ella. Del rigor en la selección y aplicación de los métodos se deriva
una buena parte del rigor de la evaluación.
Los procedimientos y estrategias utilizados para el
desarrollo de la evaluación permiten conocer “el cómo” del proceso. La manera
de proceder, la aceleración, el clima, las relaciones, las explicaciones que se
ofrecen y que se piden constituyen un elemento importante del entramado de la evaluación. Aquí
debe analizarse el tratamiento que se ha hecho de los datos, el rigor de la
argumentación utilizada así como la triangulación –si se ha hecho– de la
información procedente de distintos sujetos y de diferentes métodos.
Cuestiones
¿Qué tipo de métodos se ha utilizado para hacer la
exploración? ¿Se ha adaptado la naturaleza y la secuencia de los métodos a las
características de los interesados? ¿Se ha diversificado la metodología para recoger
una información más rica y plural? ¿Se ha garantizado el anonimato a los
informantes?
3) Contexto de
presentación
Estudia, entre otros aspectos, el contenido y la forma de
presentación del informe, la adecuación del mismo a las diversas audiencias, la
estructura lógica, la coherencia interna, la extensión así como la claridad
expositiva.
La elaboración del informe exige rigor en la argumentación
que se realiza con los datos recogidos, de manera que no se produzcan silencios
indebidos o conclusiones caprichosas. La forma de presentar la información ha
de tener como finalidad fundamental la comprensión de los lectores, no la
epifanía de la erudición del evaluador.
Cuestiones
¿Cómo se han trabajado los datos recogidos? ¿Se ha hecho
triangulación de métodos, de sujetos, de tiempos? ¿Cómo se ha presentado la
información? ¿Es inteligible el contenido de los informes? ¿Se han hecho
informes diversos para diferentes audiencias?
4) Contexto de
negociación
El informe ha de ser entregado a sus destinatarios de forma
rápida, cómoda y directa. Al decir directa nos referimos a que tenga carácter
democrático y no esté jerarquizada. No es bueno entregar el informe sólo al
director de una institución o al responsable del programa. Las condiciones de
la negociación han de ser razonables en cuanto al tiempo y a
las formas de discusión. Las actitudes del evaluador
permitirán descubrir si se trata de una negociación real o de un simulacro.
Cuestiones
¿Se han entregado los informes en las fechas convenidas? ¿Se
ha concedido un tiempo suficiente para su atenta lectura? ¿Se ha negociado
democráticamente? ¿Se ha podido hablar con libertad respecto de las cuestiones
problemáticas? Si no se ha llegado al acuerdo en alguna cuestión, ¿se ha
incorporado el contenido de la discrepancia de los participantes?
5) Contexto de
valoración
Analiza las motivaciones, las intenciones, las actitudes,
las presiones, los cambios y las vicisitudes que han manifestado los
protagonistas durante el proceso de evaluación. En el contexto de valoración se
tiene en cuenta el “cómo” se ha realizado todo el proceso. Por protagonistas me
refiero, fundamentalmente, a los patrocinadores de la evaluación, los
evaluadores y los evaluados. La evaluación puede tener diversas influencias
nacidas de actitudes espurias, que es necesario poner de manifiesto, ya que
pueden adulterar el sentido y el significado de todo el proceso.
Cuestiones
¿Se han producido cambios respecto del plan inicial? Si se
ha producido algún conflicto, ¿cómo se ha afrontado y solucionado? ¿Han
existido presiones por parte de algún grupo o persona para dirigir la
evaluación? ¿Se ha producido algún sesgo en la utilización de la información?
6) Contexto de
difusión
Una vez negociados los informes de la evaluación, ha de
procederse a su difusión siguiendo unas reglas que deben estar consensuadas por
los protagonistas. Es preciso tener en cuenta los derechos de los ciudadanos a
conocer lo que sucede con la educación y, a la vez, el derecho de los
profesionales a la privacidad en el ejercicio de su actividad. La demora
excesiva, la adulteración de los informes, la selección de alguna de sus
partes, la edulcorización de los contenidos, etcétera, son vicios que, si
existen, la metaevaluación deberá descubrir y poner de manifiesto.
Cuestiones
¿Se ha hecho público el informe? ¿Se ha consensuado la
publicación en todos los aspectos relevantes: contenido, forma, tiempo? ¿Han
existido presiones del patrocinador o de los evaluados para eliminar alguna
parte del informe? ¿El contenido del informe difundido ha sido claro, breve,
conciso y pertinente?
La metaevaluación es una plataforma de discusión que une a
patrocinadores, evaluadores, diversas audiencias y a la sociedad en general,
que debe conocer no sólo los resultados de las evaluaciones realizadas sobre el
funcionamiento de ser vicios públicos sino la metaevaluación que se realiza
sobre ellas ya que ésta funciona como la garantía de la calidad de la evaluación. La
metaevaluación, como se apunta en el título, tiene que ver con diferentes
cuestiones teleológicas, que abordaremos a continuación.
Autores
Miguel Ángel Santos es catedrático de Didáctica y
organización escolar de la Universidad de Málaga, campus de Teatinos 29071,
Málaga, España.
Tiburcio Moreno es investigador del Centro de Investigación
en Ciencias y Desarrollo de la Educación (CINCIDE) de la Universidad Autónoma
del Estado de Hidalgo, México.
En
¿EL MOMENTO DE LA METAEVALUACIÓN EDUCATIVA ?
CONSIDERACIONES SOBRE EPISTEMOLOGÍA, MÉTODO, CONTROL Y FINALIDAD
Revista mexicana de investigación educativa,
octubre-diciembre, año/vol. IX, número 023
COMIE
Distrito Federal, México pp. 913-931