En términos generales se pueden reconocer diferentes funciones
frecuentemente atribuidas a la evaluación, las mismas no son excluyentes sino
complementarias y algunas se explican a través de las ideas más generalizadas
que se tienen sobre la evaluación y otras se relacionan directamente con un
concepto más completo y complejo de estos procesos.
1. función simbólica:
los procesos de evaluación transmiten la idea de finalización de una etapa o
ciclo; se asocia con frecuencia la evaluación con la conclusión de un proceso, aún
cuando no sea este el propósito y la ubicación de las acciones evaluativas cabe
tener presente que para los actores participantes en alguna de las instancias
del proceso, éste adquiere esta función simbólica.
2. función política:
una de las funciones más importantes de la evaluación es su carácter
instrumental central como soporte para los procesos de toma de decisiones. Esta
función es claramente política ya que la evaluación adquiere un rol sustantivo
como retroalimentación de los procesos de planificación y la toma de decisiones
sobre la ejecución y el desempeño de los programas y proyectos.
3. función de
conocimiento: en la definición misma de evaluación y en la descripción de
sus componentes se identifica como central el rol de la evaluación en tanto
herramienta que permite ampliar la comprensión de los procesos complejos; en
este sentido la búsqueda de indicios en forma sistemática implica
necesariamente el incremento en el conocimiento y la comprensión de los objetos
de evaluación.
4. función de
mejoramiento: en forma complementaria con la función de conocimiento y la
identificada como función política, esta función destaca el aspecto
instrumental de la evaluación en tanto permite orientar la toma de decisiones
hacia la mejora de los procesos o fenómenos objeto de evaluación. En la medida
que se posibilita una mayor compresión de los componentes presentes es factible
dirigir las acciones hacia el mejoramiento en términos de efectividad,
eficiencia, eficacia, pertinencia y/o viabilidad de las acciones propuestas.
5. función de desarrollo
de capacidades: con carácter secundario, ya que no forma parte de los
objetivos centrales de cualquier acción evaluativa, los procesos de evaluación
a través de sus exigencias técnicas y metodológicas desempeñan una importante
función en términos de promover el desarrollo de competencias muy valiosas. Si
se aprovechan adecuadamente las instancias de evaluación, éstas contribuyen a incrementar
el desarrollo de dispositivos técnicos institucionales valiosos y poco estimulados
habitualmente. Estas competencias se refieren por ejemplo a la práctica
sistemática de observaciones y mediciones, de registro de información, de
desarrollo de marcos analíticos e interpretativos de la información, de
inclusión de la información en los procesos de gestión, de desarrrollo de
instrumentos para la recolección de información, etc.
Extraído de
Evaluación Educativa:Una aproximación conceptual
Prof. Nydia Elola
Lic. Lilia V. Toranzos
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