Tradicionalmente
se señalan tres momentos de evaluación: inicial, de proceso y final. Estos
momentos coindicen con los tipos de evaluación: diagnóstica, formativa y
sumativa o sumaria (Scriven, 1967; Díaz Barriga y Hernández, 2002; Nirenberg,
Brawerman y Ruiz, 2003).
La
evaluación diagnóstica se realiza de manera previa al desarrollo de un proceso
educativo, cualquiera que sea, con la intención de explorar los conocimientos
que ya poseen los alumnos. Este tipo de evaluación es considerado por muchos
teóricos como parte de la evaluación formativa, dado que su objetivo es
establecer una línea base de aprendizajes comunes para diseñar las estrategias
de intervención docente; por ello, la evaluación diagnóstica puede realizarse
al inicio del ciclo escolar o de una situación o secuencia didáctica.
La
evaluación formativa se realiza para valorar el avance en los aprendizajes y
mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Su función es mejorar una intervención
en un momento determinado, y en concreto, permite valorar si la planificación
se está realizando de acuerdo con lo planeado. Las modalidades de evaluación
formativa que se emplean para regular el proceso de enseñanza y de aprendizaje
son: interactiva, retroactiva y proactiva.
Regulación
interactiva. Son las evaluaciones que ocurren completamente integradas al
proceso de enseñanza. La regulación suele ser inmediata gracias a los
intercambios frecuentes y sistemáticos entre el docente y los alumnos, a
propósito de una actividad o tarea realizada en el aula. En estos casos, el
docente utiliza la observación, el diálogo y la interpretación de lo que hacen
y dicen sus alumnos, para decidir qué apoyos necesita para hacer el seguimiento
de los aprendizajes de los alumnos. Regulación retroactiva. Son las
evaluaciones que permiten crear oportunidades de aprendizaje.
El enfoque
formativo de la evaluación medición puntual al término de una situación o
secuencia didáctica; de esta forma, permiten reforzar lo que no se ha aprendido
de manera apropiada. Existen varias opciones para desarrollar este tipo de
regulaciones:
a)
explicar los resultados o argumentos de las actividades realizadas con el grupo
de alumnos;
b)
realizar el proceso de forma sencilla, y
c) agrupar
a los alumnos por el tipo de apoyo que requieren para que elaboren ejercicios
de manera diferenciada.
Regulación
proactiva. Son las evaluaciones que ayudan a hacer adaptaciones relacionadas
con lo que se aprenderá en un futuro cercano. En el caso de los alumnos que
lograron los aprendizajes propuestos, se pueden programar actividades para
ampliar lo que aprendieron, y para los alumnos que no lograron todos los
aprendizajes se proponen actividades con menor grado de dificultad.
La
regulación interactiva constituye la modalidad por excelencia de la evaluación
formativa, mientras que la proactiva y la retroactiva son alternativas para que
puedan utilizarse cuando la primera no ha funcionado por diversos factores
(Díaz Barriga y Hernández, 2002). Por otra parte, la evaluación sumativa
promueve que se obtenga un juicio global del grado de avance en el logro de los
aprendizajes esperados de cada alumno, al concluir una secuencia didáctica o
una situación didáctica. Para el caso de primaria y secundaria, también permite
tomar decisiones relacionadas con la acreditación al final de un periodo de
enseñanza o ciclo escolar, no así en el nivel de preescolar, donde la
acreditación se obtendrá sólo por el hecho de haberlo cursado.
Asimismo,
la evaluación sumativa se basa en la recolección de información acerca de los
resultados de los alumnos, así como de los procesos, las estrategias y las
actividades que ha utilizado el docente y le han permitido llegar a dichos
resultados.
El enfoque
formativo de la evaluación de los aprendizajes En relación con los tres
momentos de la evaluación, éstos son fundamentales para tomar decisiones
respecto al desarrollo de la planificación en un aula en particular, por ello,
es necesario evaluar durante todo el ciclo escolar. En general, la evaluación
inicial ocurre cuando comienza un ciclo escolar y en las primeras etapas del
desarrollo de un periodo o bloque, y la final en las últimas etapas, mientras
que la evaluación de proceso hace posible el aprendizaje. Generalmente, la
evaluación final suele tener más atención por parte de los docentes que la del
proceso. Si lo anterior ocurre, el docente no se centraría en la evaluación de
los aprendizajes de los alumnos desde el enfoque formativo, por lo que al no
aplicar adecuadamente estas evaluaciones, se puede detener el proceso de
aprendizaje de varias maneras; por ejemplo:
• Si los
exámenes y las tareas que se evalúan no comunican lo que es importante aprender
o no se enfocan en los aprendizajes esperados, los alumnos no podrán mejorar
sus aprendizajes.
• La
asignación de calificaciones como premio o castigo puede terminar con la
motivación de los alumnos por aprender.
• Si los
alumnos perciben la obtención de una calificación como un logro fuera de su
alcance, puede aminorar su esfuerzo y aumentar los distractores en el
aprendizaje.
• Las
prácticas de evaluación en las que se aplican premios o castigos pueden reducir
la colaboración entre los alumnos o la motivación por aprender de los demás. El
éxito de la evaluación es que los docentes mejoren el proceso de enseñanza y de
aprendizaje, en el cual las evaluaciones finales se utilicen como momentos
importantes de logro.
El enfoque
formativo de la evaluación con el único fin de mejorar el proceso de enseñanza
y de aprendizaje. Desde el enfoque formativo, la evaluación debe centrarse en
los aprendizajes para dar seguimiento al progreso de cada alumno y ofrecerle
oportunidades para lograrlos; hacer hincapié en que ellos asuman la
responsabilidad de reflexionar su propio progreso en el aprendizaje; mejorar la
práctica docente, y proporcionar información para la acreditación, la promoción
y la certificación de estudios.
Extraído de
La evaluación en la escuela
Autores
Profra. Reyna Guadalupe Pardo
Camarillo
María del Pilar Salazar Razo
Mtro. Ricardo Díaz Beristain
Dra. Martha Diana Bosco
Mtra. María Eugenia Negrín
Mtra. Estela del Valle Guerrero
Mtro. Adrián Enrique Cerón Anaya
Mtra. Patricia Alcázar Nájera
Fuente
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